¿Cómo
se aprende y se puede enseñar ciencias naturales?
María Antonia Candela M.
Introducción
La enseñanza de las ciencias naturales debe
trascender la simple descripción de fenómenos y experimentos, que provocan que
los alumnos vean a las ciencias como
materias difíciles en cuyo estudio tienen que memorizar una gran cantidad de
nombres y
fórmulas. Es necesario promover en los alumnos el interés científico y esto sólo se puede lograr acercando la ciencia a
sus propios intereses, haciendo que ellos participen
en la construcción de su propio conocimiento. En este
artículo encontramos algunas sugerencias que
pueden ayudar al maestro en esta tarea.
El propósito de la enseñanza de las ciencias naturales es desarrollar la capacidad del niño para entender el medio natural en que vive. Al razonar sobre los fenómenos naturales que lo rodean y tratar de explicarse las causas que los provocan, se pretende que evolucionen las concepciones del niño sobre el medio, pero sobre todo que se desarrolle su actitud científica[2] y su pensamiento lógico.
Con la enseñanza de las ciencias
se intenta también que los alumnos ubiquen la
situación del medio ambiente en que viven dentro del contexto económico y político nacional. Al relacionar sus prácticas cotidianas y sus
problemas con la situación nacional, pueden entender
mejor cómo actuar en su propio medio para conservar
los recursos y optimizar su uso en beneficio colectivo
y a largo plazo. Estudiando los problemas de su
medio local, relacionados con la ciencia y la tecnología como parte de la
cultura de nuestro país y la aplicación de la ciencia y la tecnología en la
producción,
los niños pueden entender mejor su situación y las posibilidades de su aprovechamiento o la necesidad de su modificación. La formación que los alumnos reciben pretende
contribuir a mejorar sus condiciones de vida, a
prepararlos para entender la causa de algunos de los problemas de su medio
natural y social y así poder contribuir a su
superación.
Ese conocimiento no empieza en la
escuela, ya que
desde pequeños tienen relación con la naturaleza.
La familia y el medio cultural en el que viven proporcionan a los niños ideas
de lo que ocurre a su alrededor.[3] En
relación con el entorno natural van formando su propia
representación del mundo físico y elaborando hipótesis
y teorías sobre los fenómenos que observan. En
estas representaciones o concepciones estructuran de
manera especial lo que ellos pueden percibir con lo que
se les dice. Estas ideas y explicaciones generalmente son distintas a las de
los adultos y a las de la ciencia, pero tienen
una lógica que tiene relación con las experiencias y el
desarrollo intelectual del niño.
Las ideas de los niños se
modifican al confrontarlas con nuevas experiencias, y al razonar sobre las
opiniones que les dan otras personas.[4] El niño aprende cuando modifica sus ideas y añade a ellas nuevos elementos para explicarse mejor lo que ocurre a su alrededor.
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